La iniciativa pretende generar conciencia sobre las condiciones que no son evidentes a simple vista, tales como TDAH, autismo y trastornos de ansiedad.
Algunas discapacidades, condiciones o enfermedades no son inmediatamente obvias para los demás. Para algunas personas, esto puede hacer que sea difícil entender y creer que alguien con una condición “no visible” realmente necesita apoyo.
Esto puede llevar a situaciones incómodas o incluso dolorosas, donde la persona se siente obligada a justificar su necesidad de asistencia o adaptar su comportamiento. Es fundamental reconocer que la falta de visibilidad de una discapacidad no disminuye su impacto en la vida diaria de la persona que la padece.
Discapacidades no visibles
“Las discapacidades no visibles son una condición física, mental o neurológica que es difícil ver a simple vista, es decir, no llevan asociadas ningún rasgo físico y diferenciador que sea perceptible a simple vista y limitan el desempeño en diversas áreas de la vida como el área social, personal, familiar, laboral y académico. Las personas con discapacidades no visibles se enfrentan a incomprensión, estigmas, prejuicios sociales y desigualdad, afectando la autoestima, las emociones y el desenvolvimiento en la vida cotidiana”, relata la licenciada en Psicología Guillermina D´Annunzio (MN 60150).
Sobre concientizar a la sociedad acerca de condiciones como el autismo o el trastorno obsesivo-compulsivo, DAnnunzio comenta que “esto ayuda a las personas a comprender y no asustarse de ciertas características peculiares. La concientización además promueve un trato más ameno, amigable e inclusivo, logrando comprender una condición neurodivergente”.
“Las instituciones educativas y de salud en la integración de niños y adultos con discapacidades no visibles pueden ayudar a derribar mitos, estigmas y prejuicios. También, a fomentar la tolerancia, promover una mayor aceptación e inclusión de las personas con discapacidad, favoreciendo una sociedad mas amigable, sensible y tolerante”, agrega.
Una campaña para concientizar
El cordón de girasoles es un símbolo que indica que la persona que lo lleva tiene una discapacidad oculta o condición no visible. Su uso es voluntario y sirve para alertar al personal de aeropuertos y otros espacios, como los supermercados, para que puedan brindar asistencia si es necesaria. Este se utiliza en muchos países de Europa, Estados Unidos, Brasil y Chile. Se presentó por primera vez en el aeropuerto de Gatwick, Londres, en 2016 y desde entonces se ha ido extendiendo su uso. En algunos aeropuertos, también se han creado espacios tranquilos para las personas que usan el cordón de girasoles, llamados “salas girasol”.
“La campaña del cordón de girasoles en Tierra del Fuego surgió ante la necesidad de poder generar empatía en la sociedad con la persona con autismo y otras condiciones no visibles. Antes de comenzar con nuestra campaña de concientización “Hablemos de Autismo Tierra del Fuego”, con las capacitaciones las personas desconocían sobre las condiciones o discapacidades no visibles” comenta Luján Tito, impulsora de esta campaña, integrante de “Hablemos de autismo Tierra del Fuego” y madre de Mateo, un nene con autismo.
Algunas de las condiciones que puede indicar el cordón de girasoles son:
- Alzheimer
- TDAH
- Autismo
- Trastornos de ansiedad
- Trastorno del procesamiento sensorial
- TOC
“Reunir las firmas fue un trabajo de hormiga. Fuimos a dar charlas a lugares de trabajos en diferentes áreas públicas y privadas. Ahí, explicamos qué era el cordón de girasoles, que es una herramienta de ayuda para que la gente visualice que la persona que lo usa tiene una condición no visible y puede necesitar más tiempo y ayuda”, agrega.
Los beneficios del cordón
Desde una perspectiva psicológica, D´Annunzio relata que entre los beneficios podemos encontrar:
- Comprensión y aceptación a nivel social sobre ciertos comportamientos y comentarios no habituales.
- Comprensión a nivel social sobre las barreras diarias que enfrentan las personas que viven con una discapacidad no visible.
- Inclusión en la sociedad, generando sentimientos de confianza y validación.
Desde su experiencia profesional sobre el impacto de la implementación de esta ley en la salud mental de las personas con estas condiciones, la psicóloga comenta que “el impacto es favorable, ya que llevaría a una sociedad más justa, equitativa, amigable, sensible e inclusiva, donde no existan barreras sociales para las personas con discapacidad. El cordón de girasoles permite concientizar sobre las discapacidades no visibles. Es una señal de que la persona que lo usa puede necesitar una asistencia, más tiempo, más apoyo, un trato respetuoso y ameno”.
“Las campañas de concientización en las instituciones son importantes por que podrían tener alumnos, compañeros de trabajo con estas condiciones y no saber cómo tratarlos. Estas campañas están para concientizar sobre el trato digno y la convivencia sana”, cierra Tito.