Los Wolves son la primera franquicia que alcanza las semifinales de Conferencia tras cerrar el 4-0 en Phoenix
Un súper equipo ha muerto. Los Minnesota Timberwolves cerraron una espectacular primera ronda de Playoffs de la NBA con el primer 4-0 (solo el Pelicans-Thunder podría imitarlos). El tercero de la temporada regular del Oeste apabulló a los Phoenix Suns, una franquicia con sus tres estrellas, Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, totalmente sanas, pero no a la altura de una eliminatoria que ganan los descarados, impecables defensivamente y capaces de ganar todo tipo de enfrentamientos.
Los Wolves abrocharon la serie (116-122) en un duelo de poder a poder, quizá el primero de toda la eliminatoria. Minnesota quiso romperlo en el último cuarto con Edwards brutal en los dos lados, pero entre Booker y O’Neale cerraron la brecha para los cinco minutos finales (107-107, 43′). Phoenix, entonces, estaba obligada a da sin paso más. Pero ocurrió todo lo contrario y Anthony Edwards volvió a tomar los mandos.
Metió un triple en suspensión y le sirvió otro a Jaden McDaniels. Phoenix no encontró respuesta y Edwards cerró su actuación brutal con un mate en la cara de los Suns. Más propio de un concurso, pero ganador del partido. Los cuatro de renta se convirtieron en intocables y el propio Edwards corrió una contra para finiquitar con un mate el 4-0. La humillación.
El escolta brilló entre todos. Con sus 40 puntos (13/23 TC), 9 rebotes y 6 asistencias entra en la historia de Minnesota. Desde 2004, 20 años, no avanzaban de ronda en Playoffs. Y de qué forma. Enviando un mensaje tras vapulear, en los dos lados de la cancha, a los Suns. Su defensa es asfixiante y el ataque es vertical, físico y con buen tiro. Van a por todas.
Por la puerta de atrás salen los Suns. Su proyecto incorporó a Kevin Durant tras quedarse cerca del anillo en 2021, pero solo ha ido para atrás. Eliminados, aunque Devin Booker rindiese espectacular al anotar 49 puntos en el cuarto partido. Durant también estuvo a la altura, con 33+9. Beal, la otra estrella, todo lo contrario al solo anotar 9. Los Suns salen humillados por un chico que admiraba a Durant y que quiere seguir siendo estrella. «Tío, vi todos sus partidos, desde que yo tenía cino años. Aquí hablamos un poco mal, pero estoy emocionado por lo que tendremos juntos en verano (los Juegos de París 2024)», sentenció Anthony Edwards. «Clean sweep», como se dice en el argot americano. 4-0 o paliza, en el nuestro.