
El secretario de Estado Marco Rubio destacó, además, la importancia de las tareas de verificación y supervisión que la agencia nuclear lleva a cabo en el país persa: “Instamos a Irán a que garantice la seguridad del personal del OIEA”
Estados Unidos expresó este sábado un firme rechazo a las recientes amenazas del régimen de Irán contra Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, calificó de inaceptables los llamamientos en el país persa que piden la detención y ejecución del diplomático argentino, y señaló la necesidad de que la comunidad internacional condene estos actos.
“Los llamamientos en Irán para que se detenga y ejecute al director general del OIEA, Grossi, son inaceptables y deben condenarse”, escribió el republicano en sus redes sociales.

Destacó, además, la importancia de las tareas de verificación y supervisión que el OIEA lleva a cabo en Irán como elementos fundamentales para la seguridad global. En su declaración, reconoció los esfuerzos críticos realizados por el organismo y señaló que el trabajo de sus equipos resulta indispensable para promover la transparencia y evitar la proliferación nuclear del régimen de los ayatolás.
“Apoyamos los esfuerzos críticos de verificación y supervisión del OIEA en Irán y elogiamos al director general y al OIEA por su dedicación y profesionalidad. Instamos a Irán a que garantice la seguridad y la protección del personal del OIEA”, apuntó Rubio.
El domingo pasado, un día después de los bombardeos de Estados Unidos contra las centrales nucleares persas y cuando todavía persistían los enfrentamientos entre Israel e Irán, el régimen de los ayatolás había lanzado una amenaza directa contra el Grossi.
“Una vez que termine la guerra, nos ocuparemos de Grossi”, publicó en sus redes sociales Ali Larijani, principal asesor del ayatolá y líder supremo persa Ali Khamenei.

Desde el inicio de la escalada del conflicto con Israel, el régimen iraní viene cuestionando al organismo de la ONU por el reciente informe en el que expone los alarmantes avances del programa nuclear iraní.
La última semana, ya con un alto el fuego vigente, la retórica de Teherán no cambió.
El lunes pasado, tras los bombardeos norteamericano, Grossi solicitó permiso para inspeccionar las instalaciones nucleares iraníes con el fin de verificar el estado del uranio almacenado. Sin embargo, el régimen rechazó de plano esa posibilidad.
El miércoles pasado, el Parlamento iraní, con 221 votos a favor, uno en abstención y ninguno en contra, dio luz verde a un texto que ordena suspender la colaboración con el organismo de supervisión nuclear de las Naciones Unidas.
Un día después, el jueves, Hadi Tahan Nazif, portavoz del Consejo de Guardianes, declaró a la agencia estatal IRNA: “La propuesta que exige al Gobierno suspender su cooperación con el OIEA fue revisada por el Consejo de Guardianes y se considera conforme a los principios de la sharía y de la Constitución”.
Ahora, el proceso está en manos de la Presidencia para su ratificación final, según informaron los medios estatales.

Sin embargo, en las últimas horas también se pronunciaron altos mandos del régimen persa, respaldando la decisión.
El viernes, el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, reiteró su respaldo a la decisión del Parlamento iraní, al tiempo que acusó al director general de este organismo de actuar de forma “perversa” y de haber facilitado los ataques lanzados por Estados Unidos e Israel contra infraestructuras iraníes.
Respecto a los intentos del OIEA por acceder a los sitios atacados, Araqchi se mostró escéptico: “La insistencia de Grossi en visitar los sitios bombardeados (…) no tiene sentido e incluso puede ocultar malas intenciones”.
“Irán se reserva el derecho de tomar cualquier medida en defensa de sus intereses, su pueblo y su soberanía”, agregó.
En tanto, el jefe de la diplomacia del régimen afirmó que Grossi “estimuló directamente” que la Junta de Gobernadores del OIEA adoptara una resolución “políticamente motivada contra Irán” en relación con su programa nuclear. Esta resolución, según Araqchi, sirvió de justificación para los bombardeos israelíes y estadounidenses sobre tres instalaciones clave en el país: “El OIEA y su director general son completamente responsables de esta sórdida situación”.

En esa línea, este sábado la República Islámica ratificó la decisión de no permitir a Grossi inspeccionar las instalaciones nucleares atacadas ni que se instalen cámaras de vigilancia.
Hamid Reza Haji Babaei, vicepresidente del Parlamento iraní, declaró que la decisión está motivada por el “hallazgo de datos confidenciales acerca de las instalaciones”, supuestamente extraídos de documentos pertenecientes al gobierno de Israel.
Durante una ceremonia en memoria del martirio del ayatollah Beheshti y de funcionarios judiciales, el líder legislativo señaló: “La reciente guerra de 12 días es una continuación de las hostilidades que Estados Unidos lleva hace 47 años liderando contra la nación iraní. El núcleo de esta enemistad no son los misiles ni el programa nuclear, sino el pueblo de Irán”.
Desde 1970, Irán permanece adherido al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que estipula el uso exclusivamente pacífico de la energía atómica bajo la inspección de la OIEA. Sin embargo, la reciente escalada militar en la región y el desencuentro con la agencia han tensionado la relación.
El 13 de junio, fuerzas israelíes lanzaron ataques aéreos sobre instalaciones nucleares y bases militares en Irán. Entre las víctimas, las autoridades del país reportaron la muerte de altos mandos militares y científicos ligados al programa nuclear. Posteriormente, el 16 de junio, Estados Unidos llevó a cabo ataques simultáneos contra las instalaciones nucleares de Fordow, Isfahan y Natanz, en el marco de una escalada bélica que finalizó con un alto el fuego tras doce días de enfrentamientos.

La reacción del aparato político iraní se centró en acusar a la OIEA de “no condenar los ataques israelíes a instalaciones nucleares iraníes”, según el Parlamento y voceros oficiales. Asimismo, la diplomacia iraní criticó duramente una resolución adoptada por la agencia de la ONU el 12 de junio, en la que se acusaba a Irán de incumplir sus compromisos nucleares. Para Teherán, ese texto se utilizó como “una de las principales excusas” para justificar los bombardeos estadounidenses e israelíes.
Mientras, la OIEA se pronunció mediante un breve comunicado reproducido por la cadenaCNN: “Estamos al tanto de estos informes de desvinculación. Hasta ahora, la OIEA no ha recibido ninguna comunicación oficial de Irán sobre este asunto”. Previamente,IRNAhabía informado queel presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, afirmó que la cooperación se reanudará únicamente si se garantiza la seguridad de las instalaciones nucleares iraníes.