Moscú señaló que se les incautaron documentos y ropa militar con insignias del batallón de los Cárpatos Sich de las Fuerzas Armadas urcanianas. Sospechan que Venezuela jugó un papel clave en su captura
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) anunció este viernes el arresto y la apertura de casos penales contra dos ciudadanos colombianos, acusados de participar en combates contra las fuerzas rusas en Ucrania como mercenarios.
“El Servicio Federal de Seguridad de Rusia detuvo a los ciudadanos colombianos José Aaron Medina Aranda y Alexander Ante, sospechosos de participar como mercenarios en las hostilidades contra las Fuerzas Armadas de Rusia del lado de Ucrania”, señala la nota oficial.
Moscú señala que a los colombianos se les incautaron documentos que “confirman sus actividades ilegales y ropa militar ucraniana con insignias del batallón de los Cárpatos Sich de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.
“El departamento de investigación del FSB de Rusia ha abierto y está investigando causas penales contra los acusados basadas en delitos previstos en la parte 3 del artículo 359 del Código Penal de Rusia (mercenarismo)”, agrega la nota.
La noticia sobre la detención de los colombianos fue difundida el pasado 28 de agosto. Ambos extranjeros quedarán en prisión preventiva hasta al menos el 22 de octubre, mientras dura la investigación de su caso.
El FSB no dio más detalles del caso, mientras los medios colombianos aseguran que sus nacionales estaban regresando a Colombia tras combatir en filas del ejército ucraniano, pero luego su rastro se perdió en Venezuela.
El mercenarismo se castiga en Rusia con entre 7 y 15 años de prisión.
El caso ha captado atención internacional, especialmente por el contexto en el que se produjo la desaparición de los colombianos. Según el diario El Tiempo, la desaparición de Ante y Medina Aranda se registró inicialmente en Venezuela. Los dos hombres habían anunciado su intención de regresar a Colombia tras su participación en el conflicto ucraniano. Sin embargo, sus planes se vieron truncados en Caracas, Venezuela, donde desaparecieron sin dejar rastro.
La familia de Medina Aranda ha estado particularmente angustiada por la falta de información sobre su paradero. Su itinerario, detallado por sus familiares, indicaba que había salido de Varsovia el 18 de julio, con escalas en España y luego en Caracas, con destino final en Colombia. La familia esperaba su llegada a tiempo para celebrar su cumpleaños el 19 de julio, pero nunca arribó.
Un amigo de la familia en Venezuela confirmó que los dos colombianos fueron detenidos por portar prendas del ejército ucraniano, gracias a una comunicación que tuvo con un policía de Caracas. Esta noticia suscitó preocupación debido a las relaciones políticas entre Rusia y Venezuela, exacerbando las inquietudes de la familia, pues según el uniformado venezolano, “es un riesgo bastante grande, teniendo en cuenta que Rusia es aliada de Venezuela y tranquilamente los pueden pedir en extradición desde la Embajada de Rusia”.
Las autoridades de Colombia no se han pronunciado por ahora sobre estas informaciones. Bogotá afirmó en febrero que la posible presencia de mercenarios colombianos en Ucrania respondía a “decisiones de tipo personal”, después de que el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, planteara esta cuestión.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia se permite aclarar, respecto de los ciudadanos colombianos que han resultado víctimas en la guerra en Ucrania, que su presencia allí obedece a decisiones de tipo personal y que no existen acuerdos bilaterales en virtud de los cuales se hace posible esa vinculación”, dijo la cartera.
El comunicado fue publicado tras las informaciones sobre la muerte de varios colombianos que habían viajado a Ucrania para participar en las hostilidades del lado de Kiev, incluidos dos exsoldados identificados como Jhonatan Chimbaco Chimbaco y Jairo Bahamón Sánchez.