
CIUDAD DEL VATICANO (VATICANO), 06/04/2025.- El papa Francisco saluda a una monja este domingo antes de presentarse en persona ante los fieles en la Plaza de San Pedro, tras dos semanas de convalecencia aislada en su residencia vaticana y 38 días de hospital por sus problemas respiratorios. EFE/Santa Sede / SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)
En vísperas del Domingo de Ramos y la Semana Santa, demostrando que está mejor, el Pontífice hizo una breve aparición para homenajear a la Virgen de la que es devoto.
Imágenes tomadas por una periodista de la agencia Ansa que estaba en el templo mostraron al Papa sonriente y, a diferencia de su última salida, vestido con su hábito talar blanco, pero como siempre, con cánulas nasales puestas y una botella de oxígeno detrás de su silla de ruedas, una novedad que lo acompañará en esta nueva fase de pontificado. Así parece confirmarse una fase evidentemente distinta a todo lo que se vio antes de la hospitalización más larga y difícil que tuvo hasta ahora, que duró más de cinco semanas y en la que combatió contra una neumonía bilateral que lo puso dos veces al borde de la muerte.
En las imágenes, el Papa aparece con un ramo de rosas blancas para dejarle a su Virgen “preferida”, acompañado por su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, quien empuja la silla de ruedas, y por uno de sus secretarios privados, el sacerdote argentino Juan Cruz Villalón. Algunos fieles, sorprendidos por la aparición, enseguida se acercaron a pedirle un saludo y alguien gritó “¡Viva México!”.
Para hacer posible la visita a la Basílica de Santa María Mayor, que duró unos quince minutos y donde fue recibido por su arcipreste, el cardenal lituano Rolandas Mackrikas, había sido puesta una rampa. Tras su alta “protegida” del hospital Gemelli el 23 de marzo pasado, el Papa también había ido sorpresivamente a la Basílica -donde hizo saber que quiere ser enterrado- para dejarle unas flores a la Virgen de la que es devoto, antes de regresar a Santa Marta.