
El jefe del Comando Indo-Pacífico, almirante Samuel Paparo, afirmó que las maniobras del ejército chino muestran una escalada sin precedentes y podrían anticipar una ofensiva antes de 2027.
En una declaración que sacudió el tablero geopolítico del Indo-Pacífico, el almirante Samuel Paparo, jefe del Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, alertó sobre un incremento acelerado en las maniobras militares chinas alrededor de Taiwán. La preocupación gira en torno a la posibilidad de una ofensiva armada por parte del gigante asiático en los próximos años.
“Es como hervir una rana, pero no lentamente: esto está ocurriendo a toda velocidad”, advirtió Paparo durante una reciente conferencia, en alusión a la conocida metáfora sobre los cambios graduales que se vuelven peligrosos sin ser notados. “Los cambios en la intensidad y amplitud de sus ejercicios militares son, literalmente, lo que me quita el sueño”, afirmó.
Según el almirante, el Ejército Popular de Liberación (EPL) está realizando maniobras cada vez más agresivas cerca del estrecho de Taiwán, incluyendo simulacros de bombardeo a puertos estratégicos y a infraestructuras energéticas claves. Uno de los ejercicios, denominado Strait Thunder 2025A, reflejó un enfoque cada vez más operativo y realista.
En un video difundido por el EPL, un oficial chino aseguró que si Taiwán pierde sus rutas marítimas, “sus recursos se agotarían rápidamente, el orden social colapsaría y el bienestar de su población se vería gravemente afectado”.
Paparo advirtió que los ejercicios recientes “brindan a China un abanico completo de opciones militares” y no descartó que puedan ejecutar una acción coercitiva incluso antes de sentirse totalmente preparados. “Están actuando con seriedad, y eso debería preocuparnos a todos”, enfatizó.
La advertencia fue replicada por el general Ronald P. Clark, flamante comandante del Ejército estadounidense en el Pacífico, quien dijo sentirse “sin palabras” ante la magnitud de los movimientos chinos en el Mar de China Meridional. “Estamos en tiempos extraordinarios. Nuestro deber es asegurarnos de que Pekín entienda que estamos dispuestos a disuadir cualquier agresión”, declaró al Wall Street Journal.
Washington ha reafirmado su compromiso con la defensa de la soberanía taiwanesa. Un documento estratégico filtrado recientemente desde el Pentágono calificó la contención de una eventual anexión china como “la prioridad militar número uno” para Estados Unidos.

Más allá de Taiwán, el alcance de China se extiende. Según Paparo, buques militares chinos fueron detectados rodeando Australia a comienzos de este año. “Se están estirando las piernas. Se están convirtiendo, paso a paso, en una fuerza global”, analizó.
Aunque el almirante sostuvo que EE.UU. sigue contando con una ventaja tecnológica clave, especialmente en guerra submarina y operaciones espaciales, advirtió sobre una preocupante asimetría en la producción militar. China está fabricando dos submarinos por año contra 1,4 de EE.UU., y seis buques de guerra por cada 1,8 de su contraparte estadounidense. También lidera en la fabricación de cazas, con una producción anual de 120 unidades frente a las 90 estadounidenses.
“La trayectoria es peligrosa”, concluyó Paparo, al subrayar que la competencia con China ya no es solo económica o diplomática, sino cada vez más militar.