El Consejo Nacional Electoral (CNE) había invitado al Centro Carter a observar los comicios
El Centro Carter ha confirmado que Edmundo González Urrutia es el ganador de las recientes elecciones en Venezuela, obteniendo más del 60% de los votos, según lo indicado por Jennie Lincoln, jefa de la misión de observación del organismo. A pesar de las acusaciones del chavismo sobre un supuesto hackeo electoral, Lincoln desestimó estas teorías, afirmando que no existe evidencia de un ataque informático.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) había invitado al Centro Carter a observar los comicios, en los cuales Nicolás Maduro fue inicialmente proclamado como reelecto para un tercer mandato de seis años. Sin embargo, la falta de transparencia en la publicación de los resultados ha sido señalada como la principal irregularidad del proceso. Lincoln recordó que Elvis Amoroso, presidente del CNE, había prometido publicar los resultados detallados en su página web, pero esta promesa no se cumplió.
A pesar de la desigualdad en el proceso electoral, Lincoln destacó la participación del pueblo venezolano. El Centro Carter, junto con otras organizaciones y universidades, analizó los datos disponibles y confirmó la victoria de González Urrutia, quien representaba a la líder opositora María Corina Machado, con un 67% de los sufragios. Estos resultados fueron respaldados por la oposición, que publicó copias de más del 80% de las actas electorales.
El chavismo ha rechazado la validez de estos documentos, calificándolos de falsificados, mientras que Maduro ha solicitado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) certificar la elección y se mostró dispuesto a entregar el 100% de las actas si fueran requeridas. No obstante, Lincoln expresó su escepticismo sobre la efectividad de una auditoría internacional en este contexto, señalando que los testigos ya han producido las actas verdaderas de la noche electoral.
La elección ha sido ampliamente cuestionada por la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina. Colombia, Brasil y México han propuesto una verificación imparcial de los resultados como parte de un esfuerzo por fomentar un acuerdo de convivencia entre las partes en conflicto.
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