
En su combate contra la piratería, la plataforma ha desactivado Spicetify, un mod que permitía a los usuarios modificar la app, eliminando de raíz el acceso gratuito a funciones Premium.
En los últimos meses, Spotify ha intensificado su lucha contra la piratería digital con un enfoque directo hacia los usuarios que emplean aplicaciones modificadas para acceder a funciones Premium de manera ilegal.
Tras bloquear miles de cuentas de usuarios que utilizaban APKs gratuitas en dispositivos Android, la plataforma de música ha puesto sus ojos en los usuarios de Apple. Un cambio que podría poner fin a las alternativas disponibles para quienes buscan eludir el pago de una suscripción Premium.
El problema comenzó a ganar relevancia en marzo, cuando Spotify cerró todas las aplicaciones piratas que se distribuían mediante APK en Android. Estas aplicaciones, que antes permitían a los usuarios obtener funciones Premium sin coste alguno, fueron reemplazadas rápidamente por nuevas versiones.

Sin embargo, muchas de estas nuevas aplicaciones contenían malware, poniendo en riesgo la seguridad de los dispositivos de quienes las descargaban. Ante esta situación, los desarrolladores de estas APKs emitieron advertencias a los usuarios, desaconsejando la instalación de nuevas versiones modificadas.
Spotify refuerza su lucha contra la piratería: el futuro de las apks ilegales
En su lucha por eliminar los métodos de pirateo, Spotify ha dirigido sus esfuerzos a Spicetify, uno de los mods más populares en macOS. Spicetify permite a los usuarios modificar la interfaz de la aplicación y desbloquear funciones Premium, como temas personalizados y opciones no disponibles en la suscripción estándar.
A pesar de que el creador de Spicetify asegura que su objetivo no es evadir el pago, sino mejorar la experiencia del usuario, Spotify ha dejado claro que este mod será erradicado.
La situación con Spicetify ilustra una serie de cambios que Spotify ha implementado para dificultar el acceso a aplicaciones modificadas. En el caso específico de macOS, la última versión de la aplicación de Spotify ha introducido una protección más robusta, bloqueando el acceso a los módulos que anteriormente podían ser manipulados por terceros.
Con estos cambios, la plataforma ha hecho casi imposible que los desarrolladores puedan modificar la aplicación para alterar su funcionamiento. Esta medida, que comenzó con macOS, podría extenderse a otras plataformas como iOS, Android y Windows en el futuro cercano.

El bloqueo de Spicetify y otras aplicaciones similares no solo tiene como objetivo frenar la piratería, también garantizar que los usuarios que pagan por el servicio disfruten de una experiencia exclusiva, sin que sus funciones sean accesibles para quienes optan por alternativas gratuitas.
Cómo Spotify está desactivando los mods de música y protegiendo sus ingresos
De hecho, el creador de Spicetify reconoció que, a pesar de sus esfuerzos por reforzar la seguridad de su mod ante las amenazas de Spotify, las medidas de la plataforma han sido más que suficientes para desactivar sus funcionalidades. Según el comunicado del desarrollador, el nuevo sistema de protección de Spotify asegura que los módulos webpack, que se utilizaban para modificar la app, ya no puedan ser alterados por terceros.
La ofensiva de Spotify contra las aplicaciones piratas refleja una tendencia más amplia en la industria del streaming y la música digital, en la que las plataformas están tomando medidas más estrictas para proteger sus ingresos y garantizar que los usuarios cumplan con sus suscripciones.

De hecho, la plataforma de música ha dejado claro que no se detendrá hasta erradicar todas las alternativas que permitan a los usuarios acceder a funciones Premium de manera gratuita, incluso aquellas que no constituyen aplicaciones ilegales, pero que alteran la experiencia estándar de la aplicación.
El cierre de Spicetify y el bloqueo de aplicaciones modificadas son parte de una estrategia más amplia de Spotify para proteger su modelo de negocio. Mientras que la plataforma continúa luchando contra la piratería, también se enfrenta a la creciente competencia de otros servicios de streaming y a la necesidad de mantener la lealtad de los usuarios que pagan por suscripciones.
La pregunta que queda en el aire es hasta qué punto esta estrategia logrará disuadir a los usuarios de seguir buscando formas alternativas de acceder a contenido Premium sin costo alguno.