Trabajadores del transporte, policías y sanitarios amenazan con paros durante la cita deportiva mundial que comienza el 26 de julio.
Faltan cuatro meses para el comienzo de los Juegos Olímpicos París 2024 y en Francia se vive un momento de tensión con los sindicatos, que amenazan con huelgas que interfieran con el comienzo de la cita deportiva. En ese sentido el presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, pidió una “tregua” a los trabajadores de diversos sectores.
“Quiero que recibamos al mundo en las mejores condiciones posibles y que no se estropee la fiesta”, declaró Estanguet al canal estatal France 2.
Desde hace varios meses, sindicatos de transportes, policías y sanitarios amenazan con realizar huelgas entre la inauguración de la cita olímpica, el 26 de julio, hasta principios de septiembre para compensar las vacaciones aplazadas y las horas extraordinarias del verano europeo.
Los agentes de las fuerzas del orden marcharon en la capital francesa y en otros lugares exigiendo respuestas al Ministerio del Interior sobre su petición de una «prima olímpica» de 2.000 euros (2.174 dólares) y garantías de que se aprobarán «medidas sociales» para sus familias, en particular sobre el cuidado de los niños durante el verano boreal.
El ministerio del interiror anunció a finales de enero un bono de hasta 1900 euros para gendarmes y policias que trabajan en paris.
El sindicato de los ferrocarriles es el más decidido a concretar las medidas de fuerza. De hecho, ya anunciaron un paro hasta el final de los Juegos Paralímpicos, que concluirán el 8 de septiembre.
“No creo ni por un momento que los trabajadores, los asalariados o los sindicatos pongan en peligro la imagen de Francia o la imagen de su empresa ante el mundo entero”, dijo el Ministro de Transporte francés, Atrice Vergriete.
Además, el funcionario desmintió que desde el gobierno de Francia se lleve a cabo a cabo una reforma del derecho de huelga que impida la protesta durante los Juegos Olímpicos y apeló a la buena voluntad de los sindicatos.
Para Vergriete la reforma es el “último recurso”, por lo que prefirió “apelar a la responsabilidad” y comunicó que se reunirá con los sindicatos “en breve”.