El 80% de los sitios de apuestas on line en Argentina son ilegales y les abren una puerta a los menores de edad, que llegan con facilidad a través de aplicaciones y por influencers.
Las apuestas se expanden cada vez más entre los chicos, que en las propias escuelas cambiaron las figuritas y las pelotas por las apuestas deportivas y sitios de juego ilegales durante los recreos. Hay un crecimiento de los comportamientos compulsivos vinculados a las apuestas por parte de adolescentes, y los influencers empujan aún más desde sus redes sociales.
El acceso de menores a estas plataformas ocurre en las tinieblas de la ilegalidad, un universo muy peligroso en la Argentina que representa al 80% de los sitios online, que no están autorizados por el Estado para operar, no pagan impuestos, no tienen ningún control.
18 influencers fueron denunciados penalmente por promocionar sitios de apuestas online ilegales entre sus seguidores. La lista incluye a figuras como Flor Vigna, con 1.5 millones de seguidores en Instagram, y Flavio Azzaro, con más de 500 suscriptores en su canal de Youtube.
La denuncia también menciona a Alma Galarza Berezowski, con 3,5 millones de seguidores, y Sasha Antonella Ferro, con 1,7 millones, por hacer promoción de plataformas de juegos de azar ilegales. Hasta la fecha, se han denunciado más de 350 sitios de apuestas ilegales, y las autoridades están avanzando en bloquear estas plataformas.
En Argentina, no existe una legislación unificada a nivel nacional respecto a las apuestas. Cada provincia aplica su propia normativa. Sin embargo, promocionar sitios ilegales constituye un delito, y las redes sociales han comenzado a eliminar las cuentas de influencers que incitan a sus seguidores a ingresar a estas plataformas.
ALEA, la Asociación de Loterías Estatales del país, tuvo que llamar la atención a Tomás Holder, un ex participante de Gran Hermano, que usaba su popularidad para promocionar apuestas ilegales en Instagram.
Cómo los influencers captan jugadores
Para entender cómo los influencers captan nuevos jugadores, es necesario analizar el tipo de vínculo que establecen con sus seguidores. Estos personajes tienen un alcance masivo, con millones de seguidores que ven sus contenidos diariamente. Este nivel de audiencia implica una responsabilidad en la promoción de productos y servicios que no siempre se tiene en cuenta.
Los influencers crean contenido de manera constante, logrando una interacción habitual con sus seguidores. Esto genera un vínculo de confianza que hace que las recomendaciones sean bien recibidas. Además, el fenómeno de la viralización amplía aún más el alcance de sus publicaciones.
En Argentina, una forma de verificar si un sitio de apuestas es legal es chequear que el dominio termine en bet.ar. Estos sitios están registrados, pagan impuestos y no permiten el ingreso de menores de edad. En cambio, los sitios clandestinos operan con otros dominios y utilizan métodos como Whatsapp y las redes sociales para captar nuevos clientes, sin controlar la edad de los usuarios ni combatir la adicción al juego.
La legislación en otros países sobre los influencer, el juego ilegal y los menores
Francia ha tomado medidas severas para combatir la promoción de sitios de apuestas ilegales. El parlamento francés prohibió acciones que pongan en peligro la protección de la salud pública, dirigidas especialmente a los influencers.
En Brasil, la Ley 14790 impone restricciones en la publicidad de sitios de apuestas, incluyendo el uso obligatorio de tecnologías de identificación como el reconocimiento facial para prevenir el juego de menores de edad.
Alemania unificó la supervisión del juego en el Ministerio Federal de Economía y Energía para crear un marco jurídico uniforme. Suiza exige que las plataformas cuenten con herramientas de protección contra la adicción al juego.
Australia tiene uno de los mercados de juego más regulados y aplica medidas concretas para evitar comportamientos problemáticos en los juegos de azar. Gran Bretaña cuenta con una Comisión del Juego que protege los derechos de los apostadores.
Todas estas medidas buscan que el juego online sea un entretenimiento y no genere adicciones. Aún queda por regular en detalle la acción de los influencers para que no promocionen sitios que no cumplen con el marco normativo existente.