
El sumo pontífice falleció este lunes por la madrugada a los 88 años. El domingo había participado de la bendición de Pascua ante miles de fieles que fueron a la plaza San Pedro.
El Vaticano reveló que el papa Francisco murió a causa de un derrame cerebral durante la madrugada de este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta. La noticia fue informada a través de un comunicado.
El informe oficial, firmado por el titular de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, certificó que Jorge Bergoglio falleció a las 7.35 horas (02.35 de la Argentina)
Según el reporte, Francisco sufrió una apoplejía cerebral-ictus cerebral, entró en coma y el cuadro derivó en “un colapso cardiovascular irreversible”.
El certificado destacó que el papa estaba aquejado por un “episodio previo de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía multimicrobiana bilateral, bronquiectasias múltiples e hipertensión arterial, diabetes tipo II”.
La determinación de la muerte se realizó mediante registro electrocardioanatómico, concluyó el informe oficial.
La salud del papa Francisco
Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, había sido internado en varias ocasiones durante el último año por problemas respiratorios y de movilidad, aunque su entorno aseguraba que se encontraba “estable” en los últimos días.
En su última internación estuvo hospitalizado durante 38 días en el centro de salud Gemelli de Roma por una doble neumonía.

Pese a que aún se encontraba en etapa de recuperación, ayer se hizo presente durante la bendición de Pascua en silla de ruedas y sin cánulas nasales para el oxígeno, ante miles de fieles que fueron a la plaza de San Pedro por el Domingo de Resurrección.
El santo padre había sido internado el 14 de febrero por una bronquitis y, desde su hospitalización, su cuadro clínico fue calificado como “complejo” y requirió varios cambios de terapia farmacológica. Los médicos explicaron que, unos días después de haber ingresado, surgió una neumonía bilateral.
Luego de varios días de mejoría, una fuente del Vaticano confirmó a AFP durante el viernes 28 de febrero que Francisco había salido del estado “crítico”. Sin embargo, unas horas después, se anunció que el papa había sufrido “una crisis aislada de broncoespasmo”. Por esto, desde la Santa Sede se reportó “un empeoramiento repentino de la afección respiratoria”. Al igual que en otros avances sobre la salud del sumo pontífice, se indicó que el pronóstico era “reservado”, y el 23 de marzo había recibido el alta.