
El ataque se produjo mientras el llamado “número dos” del chavismo, Diosdado Cabello, aseguraba públicamente que se habían realizado negociaciones para su salida del país, afirmación que ella desmintió tajantemente.
Magalli Meda, ex jefa de campaña de la líder opositora María Corina Machado y dirigente del Comando con Venezuela, denunció este miércoles un nuevo acto de hostigamiento en su contra por parte del régimen de Nicolás Maduro.
A través de su cuenta en X, la activista afirmó que su vivienda en Caracas fue violentada por cuerpos de seguridad, en un operativo que calificó como represivo y arbitrario.
“En estos momentos, mientras Diosdado miente sobre supuestos acuerdos, su brazo represor irrumpe en nuestro hogar”, escribió, en referencia a lo que describió como una incursión forzada de agentes represores.
La dirigente opositora acompañó su denuncia con imágenes captadas a distancia, que —según explicó— fueron obtenidas mediante dispositivos de vigilancia. En ellas se observa la presencia de funcionarios actuando de forma intimidatoria dentro de la propiedad.
Este nuevo episodio se suma a una creciente ola de tensiones políticas en el país, marcada por la presión internacional hacia el régimen chavista y el creciente aislamiento diplomático. Hasta ahora, las autoridades venezolanas no han emitido comentarios sobre la acusación realizada por Meda.
Meda fue recientemente liberada como parte de una operación de rescate impulsada por Estados Unidos, luego de haber permanecido asilada por más de 400 días en la Embajada de Argentina en Caracas.
Junto a ella, también obtuvieron su libertad otros miembros del Comando con Venezuela, como Claudia Macero, Omar González, Pedro Urruchurtu y Humberto Villalobos, quienes habían sido perseguidos debido a su activismo político en el contexto de la campaña opositora liderada por María Corina Machado.

La noticia de su liberación fue confirmada por el secretario de Estado de Donald Trump, Marco Rubio, quien, a través de sus redes sociales, celebró el “exitoso rescate de todos los rehenes retenidos por el régimen de Maduro”.
En su mensaje, Rubio expresó: “Tras una precisa operación, todos los rehenes se encuentran ahora a salvo en territorio estadounidense. El régimen ilegítimo de Maduro ha socavado las instituciones venezolanas, violado los derechos humanos y puesto en peligro nuestra seguridad regional. Extendemos nuestra gratitud a todo el personal involucrado en esta operación y a nuestros socios que ayudaron a asegurar la liberación segura de estos héroes venezolanos”, escribió en su cuenta de X.
El 20 de marzo de 2024, los miembros del Comando con Venezuela se refugiaron en la sede diplomática argentina en Caracas debido a la persecución que el régimen de Nicolás Maduro ejercía contra ellos por su apoyo a María Corina Machado y su equipo electoral.

Este grupo de disidentes se vio atrapado en una situación de asedio constante por parte del Palacio de Miraflores, enfrentando “todo tipo de atropellos físicos, mentales y emocionales”, así como una violación de sus derechos humanos, que incluyó la vulneración de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El dirigente opositor Fernando Martínez Mottola también formaba parte del grupo inicial, pero abandonó el refugio el 19 de diciembre de 2023. Lamentablemente, Martínez Mottola falleció el 26 de febrero de 2024, tras los efectos del prolongado impacto psicológico y físico de su situación en el asilo.
La situación empeoró a medida que las relaciones entre el presidente argentino Javier Milei y Maduro se tensaron, lo que llevó a la delegación diplomática argentina a abandonar el país.

La Embajada de Argentina en Caracas pasó a ser custodiada por Brasil, que se encargó de su seguridad hasta que Buenos Aires designe otro Estado que Maduro considere “aceptable” para continuar con las tareas de protección diplomática. Este cambio de custodia desató una escalada del hostigamiento hacia la Embajada.
Durante los últimos meses de confinamiento, el Palacio de Miraflores intensificó el cerco alrededor de la Embajada, desplegando un fuerte operativo de seguridad en sus alrededores. Las fuerzas de seguridad bloquearon las calles cercanas y, en algunos casos, impidieron el acceso del personal diplomático.

“Desde hace cinco meses no contamos con electricidad directa, ya que los fusibles fueron sustraídos, y desde hace cinco meses no fluye el agua en las tuberías de la residencia porque simplemente no llega”, denunciaron los miembros del grupo a finales de abril de 2024, exponiendo las difíciles condiciones que enfrentaron durante su permanencia en el asilo.