El actor tuvo un drástico giro en su vida en los últimos años. Las fotos de la ceremonia.
Uno de los actores más famosos y populares de Hollywood tuvo un profundo cambio espiritual el último tiempo que lo llevó a una decisión radical: Denzel Washington se bautizó y se convirtió en ministro de una iglesia.
Este fin de semana se filtraron imágenes del momento en el que el protagonista de Hombre en llamas participaba de la ceremonia religiosa en la que recibió su licencia para llevar la palabra oficial de predicador del Templo Kelly, de Nueva York.
Durante el bautismo que fue el sábado, Washington les habló a los fieles de la congregación acerca de cómo lo cambió su fe en Dios, antes de ser sumergido en el agua.
“Me tomó un tiempo, pero finalmente estoy aquí. Si Dios puede hacer esto por mí, no hay nada que no puede hacer por vos. El cielo es literalmente el límite”, comentó el actor, de acuerdo a lo que expresó Christopher Bryant, el arzobispo de esa iglesia, un testimonio que recopiló el medio Page Six.
Pauletta, la esposa de Denzel Washington, también habló de lo orgullosa que estaba de que su compañero haya dado este paso importante en la religión. “Cuarenta y seis años después, sigo acá parada junto a él como solo Dios lo quiere”, comentó. Fruto de su amor, la pareja tiene cuatro hijos: John, de 40 años, Katia, de 37, y los gemelos Olivia y Malcolm, de 33.
Mientras el actor lloraba, Pauletta dio un discurso emotivo. “Estoy muy orgullosa de vos. Sos la cabeza de nuestra casa y diste un gran ejemplo a nuestros hijos, que ahora son adultos que conocen las diferencias porque les hemos mostrado las diferencias”, sentenció.
El fuerte testimonio de Denzel Washington sobre las drogas y el alcohol
Hace un mes, Denzel Washington dio una entrevista en la que habló sobre su trabajo, su familia y, sobre todo, su pasado de consumo de sustancias. El actor de Gladiador II reveló que durante años probó todo tipo de drogas, aunque aclaró que nunca fue adicto y que su batalla para dejar el alcohol se le hizo muy complicada.
En una magnífica entrevista que dio para la revista Esquire, que está escrita en primera persona, el ganador del Oscar relacionó que buena parte de lo que padecía con las sustancias fue durante los años en los que tuvo su gran racha de nominaciones al máximo galardón de Hollywood.
En la charla, Washington detalló que había algo que lo “amargaba” durante la gran cantidad de nominaciones al Oscar que tuvo, entre 1999 y 2014, año en el que dejó el alcohol. “Estaba amargado. Ni siquiera sé qué películas hice entonces. No podía soportar la presión a la que estaba sometido”, contó.
Entonces, se refirió al alcoholismo que sufría, que se fue dando progresivamente. “El vino es muy complicado. Es muy lento. No es algo así como, boom, de repente. Parte de ello fue cuando construimos esta casa enorme en 1999 con una bodega de diez mil botellas de vino. Aprendí a tomar lo mejor”, sostuvo.
El protagonista de Hombre en llamas recordó que llegaba a abrir botellas de 4 mil dólares porque “era lo que quedaba”. En su lucha para bajar la cantidad de litros que tomaba, llegaba a pedir de a dos botellas para evitar tomar más.
También aclaró que nunca consumió mientras filmaba o preparaba un papel, sino que tenía un sistema. “Me limpiaba y volvía al trabajo. Podía hacer ambas cosas. No importaba cuántos meses estuviese filmando. ¡Bang! Era hora de irse. Y entonces, ¡boom!, tres meses de vino, y luego hora de volver al trabajo”, detalló.
Washington dijo que al principio fue más fácil porque era más joven. “Dos meses de descanso y listo”, repasó. Además, hizo una revelación como nunca antes: aseguró que consumió drogas, aunque nunca terminó en una adicción. “Nunca me enganché con la heroína. Ni con la cocaína. Ni tampoco con las drogas duras. Me inyectaba droga igual que todos, pero nunca me enganché”, lanzó.
“Le hice mucho daño al cuerpo. Ya veremos. Ahora estoy limpio. Cumpliré diez años (sobrio) en diciembre. Dejé a los sesenta y desde entonces no tomé ni un dedal. Ahora se me están abriendo las puertas a los 70. Es real y está bien. Es el último capítulo. Si cumplo otros treinta años más, ¿qué es lo que quiero hacer? Mi madre llegó a los 97″, cerró.