
Según Smithsonian Magazine, avances médicos abren alternativas para pacientes resistentes a terapias convencionales, ofreciendo soluciones menos invasivas y más efectivas para trastornos psiquiátricos severos.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una condición psiquiátrica debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo. Para aquellos pacientes que no responden a los tratamientos convencionales, surge una esperanza en forma de neurocirugía psiquiátrica, una disciplina que, aunque rodeada de controversia y desafíos éticos, promete aliviar los síntomas más severos.
Según Smithsonian Magazine, estas prácticas quirúrgicas evolucionaron considerablemente desde sus inicios, prometiendo un avance significativo en el tratamiento de este y otros trastornos psiquiátricos.
Historia y evolución de la neurocirugía psiquiátrica
A pesar del escaso éxito y los altos riesgos, su trabajo marcó el inicio de una era de experimentación que continuó con António Egas Moniz, el pionero de la lobotomía frontal en la década de 1930. En ese entonces, introdujo un método radical en el que se cortaban las conexiones nerviosas del lóbulo frontal para tratar trastornos mentales.

La resurgencia de la neurocirugía en el tratamiento de trastornos psiquiátricos
A medida que la tecnología avanzaba, la neurocirugía psiquiátrica fue refinándose y retomando relevancia. La periodista Frieda Klotz destacó que en la actualidad se adoptaron técnicas más precisas como la capsulotomía, que crea lesiones controladas para disminuir síntomas del TOC, y la terapia térmica láser intersticial (LITT), utilizada en los procedimientos del equipo de la Universidad de Brown.
Estas técnicas permiten a los cirujanos centrarse con mayor precisión en las áreas cerebrales afectadas, lo cual redujo el riesgo de “daño colateral” en comparación con los métodos tradicionales.
Impacto potencial y beneficios observados
Las cirugías neuronales modernas mostraron mejoras significativas en los pacientes con TOC severo. Según el artículo, entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes experimentan una mejora notable tras un año de una capsulotomía.
Nir Lipsman, un neurocirujano de la Universidad de Toronto, afirmó que las transformaciones observadas son “algunas de las más gratificantes e increíbles” en su carrera. Sin embargo, los pacientes generalmente continúan con medicación y tratamiento posterior a la cirugía.
Martina Mustroph, compañera quirúrgica de la Emory School of Medicine, también subrayó que las intervenciones son seguras y efectivas para el TOC cuando se discuten cuidadosamente con los pacientes y sus familias.
Además, un análisis de estudios sobre la capsulotomía anterior reveló que, a pesar de los miedos históricos al uso de estas técnicas, la terapia es segura y bien tolerada, aunque su uso sigue siendo limitado por prejuicios históricos.

Riesgos y consideraciones éticas
A pesar de los avances, la práctica enfrenta críticas debido a los riesgos potenciales y dilemas éticos. Los procedimientos pueden implicar la pérdida de energía y motivación, hemorragias cerebrales y problemas de memoria.
Michael Schulder, expresidente de la Sociedad Americana de Neurocirugía Estereotáctica y Funcional, advirtió que los tratamientos ablativos no deberían recomendarse de forma generalizada, ya que sus efectos son permanentes.
“Cuando quemas un agujero en el cerebro, es como dejar salir un caballo del establo”, explicó Schulder, resaltando la irreversibilidad de estos tratamientos.
Por otro lado, Rebecca Park, psiquiatra en la Universidad de Oxford, comentó sobre los efectos secundarios de las técnicas ablativas, indicando que algunos pacientes reportaron eventos adversos graves y a largo plazo.

Desafíos en la investigación y futuro de la neurocirugía psiquiátrica
El progreso en la aceptación y regulación de la neurocirugía psiquiátrica se ve obstaculizado por la falta de ensayos clínicos aleatorios a gran escala, los cuales son difíciles de financiar. Como afirmó G. Rees Cosgrove, director de neurocirugía funcional en el Hospital Brigham and Women‘s, aunque su equipo recibió la aprobación de la FDA para un ensayo aleatorio de la capsulotomía, aún no obtuvo financiamiento.
Para contrarrestar la escasez de datos, se propusieron registros internacionales de seguimiento de pacientes, lo que podría ayudar a esclarecer la eficacia y seguridad de estas técnicas a largo plazo.
Sin embargo, según Sabine Müller, una neuroeticista del hospital universitario Charité, muchos estudios actuales no cumplen con los criterios científicos básicos requeridos en la investigación farmacéutica.

Conclusiones y perspectivas futuras
Mientras continúan los desarrollos en el campo, expertos como Judy Illes, neuroeticista de la Universidad de Columbia Británica, insisten en la importancia de la innovación regulada y segura para abrir nuevas vías de tratamiento a pacientes que no responden a terapias tradicionales.
Tal y como destacan los especialistas, a pesar de las incertidumbres y restricciones actuales, el potencial de la neurocirugía psiquiátrica para transformar vidas es innegable, y sus beneficios avalan la necesidad de seguir investigando e innovando en el área.