
Si bien el gimnasio aparece como la primera opción para hacer actividad física, hay otro lugar donde se puede realizar un entrenamiento que puede ser más efectivo.
La actividad física es recomendada para quienes deseen quemar grasa y perder peso y algunas personas lo hace en un gimnasio, mientras que otras deciden hacer ejercicio con un entrenador personal. Pero investigadores de China y Corea descubrieron que hacer ejercicio en el agua puede ser mucho más beneficioso.
Un equipo de investigación chino-coreano revisó la literatura científica acerca de los efectos de la gimnasia en el agua y concluyó que son relevantes en términos de peso corporal y especialmente notables en el caso de las mujeres. El impacto del aquagym no pasa desapercibido y, aunque se suele relacionar esta práctica con las personas mayores, la ciencia confirma que es beneficioso para cualquier edad.

La novedad de este estudio reciente reside en que sus autores hacen hincapié en el efecto del ejercicio acuático sobre la pérdida de peso corporal, y en concreto sobre la posibilidad de reducir centímetros de cintura. Esto convertiría al aquagym en una actividad idónea para personas con sobrepeso u obesidad de cualquier edad. Un hallazgo interesante teniendo en cuenta que además son personas más propensas a sufrir dolores articulares u otras lesiones, por lo que entrenar en el agua eliminaría este obstáculo.
El equipo científico indicó que los resultados podrían verse tras una rutina de entrenamiento de unas 10 semanas como mínimo. Si bien el aquagym o aquaeróbic es especialmente familiar para la tercera edad, los investigadores señalan que, nadando, caminando o trotando en el agua y combinándolo con ejercicios de fuerza y resistencia, pueden obtenerse excelentes resultados.
Tiene un especial impacto en mujeres mayores de 45 años
Los estudios analizados incluyeron a 286 participantes con edades comprendidas entre 20 y 70 años con una característica común: sobrepeso u obesidad según su índice de masa corporal. Tras entrenarse con aquazumba, aquayoga y aquajogging en rutinas en periodos de entre seis y diez semanas, la báscula constató los resultados.
Las mujeres, y especialmente las mayores de 45 años, llegaron a bajar aproximadamente tres kilos y a reducir la circunferencia de su cintura en dos centímetros y medio. En el caso de hombres y de las personas de ambos sexos menores de esa edad el impacto fue menor. En este sentido los propios investigadores resaltaron que el número de hombres que entrenó fue también menor y que por tanto se precisan nuevos análisis con mayor equidad.
Lo cierto es que el beneficio del aquagym no se limita al impacto en el sistema osteomuscular sino que en los últimos años se ha investigado su relación con otras patologías, como puede ser el riesgo de demencia. En esta línea, se investigó cómo perder peso puede reducir también el riesgo de padecer problemas cognitivos: la obesidad se ha constatado como uno de los factores evitables en este tipo de enfermedades.