Columnista invitada (*) | La enfermedad es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en mujeres a nivel global. En América Latina, es la principal causa oncológica de muerte.
Octubre, mes en que el lazo rosa es el protagonista. La intención es clara: concientizar y reflexionar sobre una enfermedad que puede afectar a todas las mujeres. Para algunas, es una amenaza constante; para otras, una batalla diaria. Sin embargo, más de lo que imaginamos lo superan.
Prevención, diagnóstico y tratamiento
Esta hoja del calendario nos recuerda la importancia de la prevención, diagnóstico temprano -como mamografías, autoexámenes mamarios, consultas ginecológicas– y fundamentalmente el tratamiento adecuado. A pesar de los avances en detección y tratamiento, la enfermedad sigue siendo un gran desafío, especialmente en regiones y sectores de la población que no tienen acceso adecuado a la atención médica. Justamente, el acceso al tratamiento oncológico en América Latina está marcado por disparidades significativas. Factores como la cobertura de seguros médicos y la falta de servicios para el diagnóstico o prevención influyen profundamente en los resultados clínicos, afectando la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes.
Es fundamental que, como científicos, profesionales de la salud, responsables políticos y como sociedad en conjunto se le dé la relevancia que merece a esta temática, sin olvidar otras enfermedades, por supuesto. Como es sabido, la prevención y el diagnóstico temprano son prioritarios en el cáncer de mama, pero igualmente cruciales son el tratamiento efectivo y el seguimiento continuo. Sin un enfoque que abarque todas estas etapas, los esfuerzos por parte de los investigadores en salud no bastarán.
Es crucial considerar la evidencia científica para diseñar políticas públicas de salud con el fin de mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan el cáncer de mama. En el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular (Fundación Instituto Leloir), el cual forma parte de la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (LACRN) y la Red de Estudio de la Diversidad en Cáncer de Mama (REDICAM), contamos con un equipo interdisciplinario -bioquímicos, bioinformáticos, oncólogos, patólogos, mastólogos, sociólogos, y otros- dedicado a investigar el cáncer de mama en mujeres latinoamericanas que fueron o son tratadas en hospitales públicos de nuestra región, abordando la sobrevida, la respuesta al tratamiento y el acceso al tratamiento adecuado, así como aspectos moleculares.
La caracterización clínica y molecular del cáncer de mama en América Latina, al igual que para cualquier otro cáncer, es fundamental para hacer recomendaciones y optimizar decisiones en el tratamiento y mejorar los resultados clínicos. Promover la participación de estos pacientes en ensayos clínicos, el intercambio de conocimientos entre médicos y científicos y garantizar que los responsables políticos presten atención a estas necesidades son aspectos esenciales para desarrollar estrategias efectivas.
Octubre, un mes importante
Este mes funciona como un llamado a la acción. Cada mujer, cada vida cuenta; y cada esfuerzo para mejorar la detección, el tratamiento y la prevención puede marcar la diferencia. Gracias a la ciencia en todo el mundo y a los esfuerzos de la ciencia argentina a lo largo de los años, los avances para comprender esta enfermedad han sido y siguen siendo esenciales para ofrecer mejores diagnósticos y tratamientos a los pacientes.
Los pequeños o grandes logros no solo reflejan el progreso en la investigación, sino también el compromiso y las ganas por parte de los investigadores de aportar su granito de arena para mejorar la vida de quienes enfrentan esta enfermedad.
(*) Por Daniela Alves da Quinta, docente de la Lic. en Biotecnología, investigadora especialista en Bioinformática; becaria doctoral CONICET-UADE.