A poco menos de una semana de su estreno, la mini serie colombiana, ya está dando mucho de qué hablar.
El próximo 25 de enero, la plataforma de streaming Netlix estrenará la mini serie “Griselda Blanco”, protagonizada por la célebre actriz, Sofía Vergara. Basada en una historia de hechos reales, el relato evoca la vida de una de las figuras más importantes del narcotráfico en Miami durante los años setenta y ochenta.
También conocida como “La Viuda Negra” o “La Madrina de la Cocaína”, por haber asesinado a sus tres esposos fue la musa e inspiración para su creador, Andrés Baiz, quien junto al productor Eric Newman, develarán a la temida delincuente colombiana.
Días previos a su estreno, ya es objeto de críticas y está envuelta en una extensa polémica. Por su parte, el embajador de Colombia y Reino Unido, Roy Barreras, abrió el hilo de conversación luego de la publicación de una nota del medio británico BBC, donde explica que el país cafetero tiene mucho más para ofrecer, desde historias de superación hasta de resiliencia.
“Hay tanto buen cine por hacer en la Colombia del Siglo XXI. Pero insisten en refritar historias de los años 70 y 80. ¿No hay carteles gringos y asiáticos y europeos? ¿La imagen de sus países son sus criminales? ¡Hagan series con sus lacras y dejen a Colombia en paz!, afirmó Barreras.
Mientras que, Gustavo Bolívar, creador de la serie “El Capo” y otras producciones relacionadas con carteles, enfatizó que el rol de los cineastas es visibilizar la realidad.
¿Para no afectar la imagen deben escritores y cineastas tapar la verdad? ¿No es mejor que el corrupto deje de robar, el narco de traficar y el asesino de matar?”, puntualizó Bolívar.
Durante una entrevista con Caracol Radio, el diplomático Barreras, profundizó más en su criterio y en el impacto que tienen los audiovisuales en la sociedad moderna.
“Me ofende cuando veo en Reino Unido y en los países europeos, que en cada tienda de recuerdos hay camisetas de Pablo escobar y del capo, el estigma sobre Colombia que muchos hemos vivido cuando mostramos el pasaporte como si fuera un país de mafiosos y de criminales. Esa criminalidad mancha la bandera de Colombia y le pone el sello del país, y vende en el mundo la idea de que eso es, cuando Colombia tiene tanta belleza que mostrar, tanto dolor e historias de migración, desplazamiento, resiliencia”, concluyó.