Durante la época de sequía de 2023, las aguas del río Tefé alcanzaron los 40.9 grados celsius y se encontraron 209 cadáveres de delfines. El equipo busca evitar que la tragedia se repita este año
El delfín rosado (Inia geoffrensis), es un mamífero caracterizado por su peculiar tono de piel. Habitan en la cuenca de los ríos Amazonas, Madeira y Orinoco. Actualmente son considerados una especie en peligro de extinción debido a múltiples amenazas como la sequía.
Un grupo de biólogos, pescadores y veterinarios unieron fuerzas para evitar que las poblaciones de estos mamíferos sean masacradas por las condiciones climáticas adversas como sucedió el año pasado.
La misión de salvar a los delfines rosados
Miriam Marmontel, investigadora del Instituto de Desarrollo Sostenible de Mamirauá y encargada de la planeación de la captura temporal de 20 ejemplares de delfines rosados, contó durante una entrevista para la agencia de noticias Reuters que una de las hembras adultas se relajó para practicarle todos los exámenes. “Parecía estar en buen estado de salud”, afirmó.
El objetivo principal del equipo es “aprender más sobre la salud” de los delfines desde el momento en que los niveles del agua comienzan a bajar; así pueden identificar cambios que afectan a su salud y conocer si se deben a “temperaturas más altas o a una toxina o contaminante”.
Su trabajo es de vital importancia para asegurar el bienestar de los animales, pues, según reportó Reuters, el lago alcanzó los 40.9 grados celsius durante la sequía de 2023, es decir, más de 10 grados más que el promedio para la época en temporadas anteriores.
Al momento de los análisis, las aguas se encontraban a 30 grados celsius, de acuerdo con Ayan Fleischmann, investigador de geociencias del Instituto Mamirauá.
Dichas condiciones adversas son atribuidas por múltiples activistas ambientales al cambio climático, cuyo efecto hace que las sequías y olas de calor sean, entre otras cosas, más severas.
Marmontel explicó para la agencia de noticias EFE que las condiciones de la sequía “van a ser más intensas” que el año pasado.
Reportes de EFE informaron que el procedimiento del equipo para realizar los exámenes médicos consiste en atraer a los delfines hasta unas redes en la orilla del lago, donde son colocados sobre un “colchón húmedo”.
Ahí pasan un máximo de 40 minutos durante los cuales son medidos, examinados con un aparato de ultrasonido y toman muestras para llevar a cabo biopsias y exámenes hematológicos.
“Es especialmente importante después del episodio del año pasado para que podamos entender si buscan aguas más profundas para refrescarse o saber por qué se quedan en áreas más cálidas”, declaró la investigadora.
No quieren una nueva masacre
Durante la sequía de 2023, los investigadores encontraron 209 cadáveres de delfines, rosados y grises, lo que representa un 15 por ciento de la población del lugar.
Las teorías principales de los especialistas apuntan a que las muertes fueron provocadas por el aumento de la temperatura del agua que, a su vez, causó alteraciones neurológicas en los mamíferos y los desorientó, lo que impidió que buscaran una zona más fresca.
Sus estudios ayudarán a evitar que una tragedia similar a la del año pasado ocurra de nuevo. efinformó que los investigadores cuentan con un plan de emergencia en caso de que las aguas alcancen temperaturas peligrosas.
Consiste en llevarlos con grandes redes hacia aguas más profundas y frías río abajo para después colocar una valla que impedirá su retorno. “No queremos limitarnos a contar los cadáveres, queremos evitar las muertes”, aseguró Marmontel.