A poco tiempo del nacimiento de su segunda hija, Amaranto, la pareja reveló el paso a paso de la llegada de su primogénita, Índigo. El por qué de la decisión, el rol de Marlene Rodríguez y la fortaleza ilimitada del cuerpo humano
Hace poco tiempo, Evaluna Montaner y Camilo Echeverry le dieron la bienvenida a su segunda hija, Amaranto y, como había ocurrido con su primogénita, el matrimonio decidió que el parto se realizara en su hogar, bajo el cuidado de una especialista. Desde el nacimiento de Índigo, esta cuestión suscitó la curiosidad de sus fanáticos, por lo que aprovecharon a compartir un video para contar su experiencia a través de su canal oficial de YouTube.
“Justo como tres días antes de que naciera Amaranto, Evaluna y yo nos sentamos a contarles a ustedes en un video todos los detalles de Índigo justo antes de su llegada”, comenzó diciendo Camilo ante la cámara, a solas, debido a que su hija mayor estaba con sus abuelos y su esposa y su bebé, dormidas. “, que es una historia que les vamos a contar después, y como se atravesó su llegada, nunca lo subimos”, sumó previamente a darle la introducción a la anécdota. Luego, la imagen pasó a ser un primer plano de su esposa, quien en ese entonces estaba embarazada de Amaranto. “En el mundo hay historias muy interesantes, que captan tu atención. Pero de todas, una de mis favoritas es cómo la mujer que amo trajo del mundo de los de afuera a Índigo”, señaló el colombiano.
Simulando una entrevista, el cantante se puso en el rol del periodista: “Yo tengo unas preguntas que escribí con la ayuda de nuestra parte porque yo soy fan tuyo y soy fan de la historia de haber decidido dar a luz en la casa. Siempre que alguien te consulta sobre tu parto, te hace las mismas dos preguntas: ‘¿te dolió mucho? ¿te hiciste caca?’. Esas son las únicas que voy a responder yo. Sí, le dolió mucho y no, no hizo”, reveló Camilo. “Esta es mi historia, es una historia fantástica que amo contar, pero siento que todas las historias de parto son igual de valiosas. Donde sea que elijas parir, está espectacular”, apuntó Evaluna, previo a comenzar su relato.
El nacimiento de su primogénita no contó con varias imágenes públicas, ya que el propio compositor explicó que eran demasiado personales. Por eso, tan solo un par de ellas pudo enseñarle a su público. Por su parte, Evaluna recordó algo puntual de aquel tiempo: “Esos días duraron un montón, largos y preciosos. Cada hora fue eterna, pero lo pienso ahora y digo ‘ay, qué delicia poder vivir todo ese rato otra vez’. Empecé a sentir las contracciones en la madrugada del 5 de abril, cuando lo desperté para decirle que creía que empezaba la cosa, él me dijo ‘trata de volver a dormir’. Después nos despertamos, todo normal, estuvimos un rato en el patio, tranquilos, por el mediodía nos pusimos a hacer una torta para Índigo”. Ante la mención del postre, su marido indicó que se trataba de “una torta con el número cero”.
Evaluna habló de su elección
“¿Qué fue lo que te inspiró a decir ‘yo quiero parir en tu casa y no en un hospital’?”, le consultó su pareja. “Mi mamá siempre me expuso a los partos en casa. Ella estudiaba para ser doula, me compartía todo lo que estudiaba y me parecía fantástico. Siento que, desde muy chiquita, cuando me imaginaba mi parto, me lo imaginaba así, nunca en una clínica. Tenía toda la información para parir ahí, tenés todas las opciones para parir en tu casa, en la clínica”, confesó la cantante sobre Marlene Rodríguez, y añadió que “otra cosa que me ayudó es que siento que siempre estuviste en la misma página”.
Camilo coincidió con su pareja e indicó que “las cosas se hacen de una manera hasta que se hacen de otra. Todas nuestras abuelas y de ahí para atrás, nuestros ancestros confiaban en el cuerpo de la mujer como un vehículo capaz de dar a luz sin dar mucha intervención. El embarazo no como un sinónimo de enfermedad, sino uno de poder. Siempre has tenido mucha confianza en el poder que tienes como mujer…”. “¿Qué te hizo sentir segura de tener a Índigo en la casa?”, le consultó el padre de sus hijas, a lo cual ella volvió a hacer hincapié en que “está muy claro que el cuerpo de la mujer está hecho para lograr parir de la manera más natural posible. Dios nos creó con esa habilidad y poder fantástico”. “También, obviamente, rodearme de personas que confiaban en que yo lo podía hacer. Nuestra partera, en la primera consulta con ella, estaba tan confiada, segura y preparada, y eso ayuda”.
“Viéndote parir a Índigo, yo me daba cuenta de que tú eras el piloto de nuestro avión. Nuestra partera, Dana, que es amiga nuestra y nos trajo seguridad, es solo una asistente de vuelo, al igual que yo, pero el piloto y el avión eres tú. Darme cuenta de que la mujer debe encontrar todos los recursos fuera de ella que la ayuden a tener el parto como ella quiera. Sé que hay muchos obstetras que acompañan”. Por su parte, la menor del clan Montaner confesó que le tuvo “miedo al dolor todo el embarazo porque te cuentan que es el más intenso que vas a sentir en tu vida. Pero solo me duró dos días. Después, en el parto, no lo tuve”.
Por otro lado, el músico reconoció que tenía miedo al presenciar ese momento, pero que la calma de su partera Dana le transmitía tranquilidad para continuar con el proceso. “Siento que viviste todas las contracciones conmigo, las sufriste. Yo sentí el dolor, pero vos la sufriste de verdad. Pude apoyarme tanto en ti emocionalmente, espiritualmente, mentalmente, pero físicamente me diste ese apoyo que me ayudó a anclarme y parir”, le aseguró la actriz, quien recordó que se “colgaba durísimo” de él y que logró “rendirse” cuando por fin rompió la bolsa, lo cual le dejó como enseñanza a “no tardar tanto en soltar las riendas”.
Como cierre, su marido expresó: “Estoy orgulloso de mi esposa, verla parir a ella fue una de las cosas más inspiradoras para mí. Los hombres no son tan sensibles, pero las mujeres que sueñan ser mamá y tienen una conversación con Evaluna, o comparten su experiencia, los llena de luz, de ese sentimiento de ver a alguien hacer algo que se creen incapaces. Me di cuenta que soy capaz de mucho más”.