Vendedora de medias en la peatonal, lo convenció para ingresar a comercios de venta de electrodomésticos. Ella tiene 33 y él 73 años. Compró una moto, una heladera, un lavarropas y un celular, entre otros bienes.
Una mujer de 33 años que se dedicaba a la venta de medias en la peatonal del Centro de la ciudad de Córdoba fue sorprendida por efectivos de Delitos Económicos que este jueves le allanaron su casa del barrio Villa Angelelli 2 -en el sur de la capital provincial- los elementos que le había hecho comprar con su tarjeta de crédito a un jubilado de 73 años con demencia senil.
La vendedora ambulante fue identificada por los efectivos policiales como Rosa Adriana Sánchez, quien quedó imputada por el delito de “defraudación por circunvención de incapaces”. Fue detenida de inmediato tras lanzarse el allanamiento y en los próximos días será convocada a la sede de Tribunales 2 para receptársele declaración indagatoria.
La “circunvención” es cuando una persona se aprovecha de otra por su incapacidad y lo perjudica en sus intereses económicos.
El artículo 174 del Código Penal argentino, en su segundo inciso, castiga con pena de dos años a seis años de prisión a quien “abusare de las necesidades, pasiones o inexperiencia de un menor o de un incapaz, declarado o no tal, para hacerle firmar un documento que importe cualquier efecto jurídico, en daño de él o de otro, aun cuando el acto sea civilmente nulo”.
Según estableció la investigación a las órdenes de la fiscal de Subrogancia de Córdoba, Daniela Maluf, con la ejecución de los ayudantes fiscales Pablo Bazán y Carolina Carranza, la mujer habría engañado al jubilado para que la acompañe a locales comerciales como Musimundo, Megatone o Su Crédito donde finalmente concretaron las operaciones.
“Figurando” como “sobrina” o “hija” del hombre que tiene afectadas sus capacidades intelectuales, en los locales comprobaban que el crédito de la tarjeta de crédito de la víctima era limitado, para lo cual debieron otorgarle créditos a muy alto interés, lo que terminó representando un perjuicio para el resumen mensual de más de cinco millones de pesos.
Entre los productos adquiridos figuran como los más valiosos un lavarropas Standard Electric, una heladera de la misma marca, una motocicleta Corven Energy 110, un celular Samsung A125 y un parlante portátil para reproducir música.
LA BÚSQUEDA
La investigación policial y judicial de Delitos Económicos comenzó a partir de una denuncia de familiares del jubilado víctima, que sufrieron una gran y desagradable sorpresa al recibir los resúmenes de cuenta de la tarjeta de crédito por gastos efectuados a fin del año pasado.
Bazán y Carranza comenzaron a investigar a partir de lo poco que podía reconstruir el hombre que tenía muy vagos recuerdos de lo que le habían hecho “comprar”. Llevado a la peatonal, comenzó a recordar algunos de los movimientos. Ya en los locales, los empleados recordaron algunas de las operaciones que hicieron y relataron que Sánchez se presentaba como la sobrina o la hija del dueño de la tarjeta.
Los investigadores lograron identificarla porque algunos elementos -como la moto- estaban registrados a su nombre o porque los envíos de la mercadería -heladera y lavarropas- estaban dirigidos a su domicilio.
Por otra parte, pudieron individualizar a Sánchez por los registros de las cámaras de los salones de venta, donde se apreciaron todos sus movimientos junto a su “tío” o “papá”. De ahí a encontrarla en la peatonal, hubo un solo paso.
El allanamiento a su casa se produjo este jueves y ese mismo día quedó detenida la imputada por la defraudación. Los elementos más valiosos habrían sido recuperados por los investigadores, según trascendió.